25 de enero de 2007

La Alternativa Bolivariana de Venezuela



Venezuela tiene 23.542.000 habitantes y una extensión de 912.050 kilómetros cuadrados. La población venezolana es joven, ya que el 62% de la misma tiene entre 15 y 64 años, el 33,1% tiene menos de 14 años y sólo el 4,9% supera los 65 años. La tasa de analfabetismo es hoy en día del 6,4% y la tasa de actividad alcanza el 55,1%.
Al igual que en Brasil y Chile, las tesis neoliberales se aplicaron en Venezuela. Desde finales de los años ochenta, la economía venezolana fue sometida a reformas mediante la implementación de un programa de ajuste estructural. Este programa seguía las premisas acordadas en el Consenso de Washington: liberalización de los precios de bienes y servicios, liberalización del tipo de cambio, programa de privatizaciones, política de apertura comercial, reestructuración y modernización del sistema tributario y del sistema financiero. El problema fue que esa estrategia para cambiar el modelo rentista petrolero no se correspondió con políticas sociales efectivas para paliar sus previsibles efectos perversos sobre la población más pobre y con menor capacidad de proteger sus ingresos reales.

Las políticas de ajuste no consiguieron anular la vulnerabilidad característica de la economía venezolana a los shocks externos provocados por la caída de los ingresos petroleros. Las fluctuaciones del precio del petróleo durante la segunda mitad de los años noventa demostraron de nuevo la dependencia que presenta la economía venezolana respecto a los hidrocarburos.
El petróleo como principal fuente de riqueza del país estaba siendo explotado por compañías extranjeras y otras venezolanas que se privatizaron. La estrategia liberal para afrontar la globalización estaba fallando en Venezuela y la pobreza crecía porque el dinero que se generaba no iba a parar al bienestar de los venezolanos.
En 1998, Hugo Chávez gana las elecciones, se convierte en presidente del gobierno venezolano e inicia lo que él llama la Revolución Bolivariana. Más allá de las implicaciones políticas de esa revolución, lo que nos interesa es su voluntad de cambiar la coyuntura económica para aumentar los recursos financieros disponibles y llevar a cabo políticas sociales. Intenta hacer todo esto evitando provocar un enfrentamiento con los organismos financieros internacionales.
La reforma petrolera es el centro de toda su estrategia. En 1999, la nueva Constitución venezolana define una nueva política petrolera. En los artículos 302 y 303, se dice que Venezuela conserva para el Estado la actividad petrolera, manteniendo bajo su propiedad la empresa encargada de desarrollar esta industria, PDVSA (Petróleos de Venezuela Sociedad Anónima). Se desarrolla posteriormente con la Ley Orgánica de Hidrocarburos Gaseosos de septiembre de 1999 y la Ley Orgánica de Hidrocarburos de noviembre de 2001. La reforma petrolera se distingue por cuatro características principales:
1. Control de PDVSA: se crea el Ministerio de Energía y Minas como intermediario para recuperar el control de la empresa y poder definir y aplicar políticas en la materia. Tras los procesos de apertura petrolera, los administradores de PDVSA habían tomado el control de la empresa, reduciendo la intervención de las autoridades gubernamentales. Se había reemplazado el poder político de una sociedad pública.
2. Renta petrolera: al reformar la empresa, el gobierno quiere controlar y aumentar las rentas fiscales de la industria de hidrocarburos. Para reinvertir la situación el gobierno privilegia las regalías sobre las tasas por beneficios. Las rentas dependerán del volumen de producción y del precio del petróleo a nivel internacional. El montante de regalías se aumentó un quinto en el caso del gas y un tercio para los hidrocarburos líquidos.
3. Freno a la privatización: para frenar la apertura al capital extranjero y la internacionalización de PDVSA, se reafirmó el carácter público de los recursos del subsuelo venezolano. El gobierno paró las tendencias a la privatización de la empresa pública. Sin embargo, al contrario de lo que pudiera parecer, este proceso se realizó sin excluir la inversión privada.
4. Fortalecimiento de la OPEP: cuando Chávez llegó al poder, el precio de la cesta venezolana, compuesta por crudos y productos refinados era de 7 dólares por barril, es decir, estaban vendiendo petróleo por debajo del precio de producción. Analizando la situación vieron que era necesario defender una posición de estabilidad de los mercados y precios para garantizar estabilidad en el ingreso y poder planificar la economía sin estar expuesto a la volatilidad de los precios. Como el petróleo es un negocio internacional, el pivote de la estrategia estaba en la OPEP, que tenía precisamente esos objetivos de estabilidad de precios.
La OPEP es importante para Venezuela y el petróleo no es una cuestión de ideología, todos los gobiernos le han dado una gran importancia por ser el recurso más importante del país. El precio llegó a finales del 99 a los 16 dólares, a 30 el año siguiente y ya se ha mantenido siempre por encima de los 20.
La nacionalización petrolera en Venezuela no fue el resultado de un vasto movimiento popular como en México, sino que fue producto de una negociación. Se nacionaliza y se indemniza generosamente a las grandes empresas extranjeras, que ya habían recuperado bastante más de su inversión inicial. Además, se quedaron con contratos de servicios tecnológicos y contratos de comercialización, porque todavía no tenía PDVSA la experiencia, ni los instrumentos para poder cumplir con esas funciones. Después logró controlar también esas materias. Así en Venezuela, el Estado es empresario, participa como accionista, todas las acciones de Venezuela pertenecen al Estado. El problema no lo pusieron las empresas, éstas aceptaron las regalías. El presidente de PDVSA, Alí Rodríguez, explica que el problema es más bien político y cuenta que cuando van a la Secretaría de Energía de Estados Unidos “nos entendemos perfectamente, pero salimos del edificio de la Secretaría de Energía y nos vamos al Departamento de Estado, y el lenguaje es otro y la visión es otra”.
El golpe de Estado que paralizó Venezuela en 2002 y presuntamente fue orquestado fuera del país es una prueba de que lo que Chávez está haciendo no gusta a otras potencias consumidoras de petróleo. Como también es una prueba de que sí gusta dentro del país, pues, ante la rebelión de la dirección (supuestamente porque el gobierno violaba las reglas habituales de la meritocracia politizando la empresa), fueron los trabajadores jubilados los que fueron a reflotar y poner en funcionamiento PDVSA para evitar la paralización de la producción petrolera.
Los 63 días de cierre patronal y el sabotaje petrolero hicieron caer la economía del país como se observa en el cuadro nº 3, causaron diez millones de pérdidas y aumentaron el paro y la pobreza. Una vez volvió al poder, Chávez tuvo que reestructurar PDVSA y echar a los sectores administrativos y de dirección que obstruían la aplicación de la reforma petrolera. Los sectores obreros participaron en la recuperación con prácticas de autogestión. Se hizo una asamblea constituyente de PDVSA, reivindicando su derecho a implicarse en la estrategia comercial de la empresa.


Hoy en día, PDVSA contribuye a impulsar otros sectores económicos (por ejemplo cooperativas) y a financiar los planes sociales. Chávez lanzó en 2003 las misiones, que son programas sociales que socializan la renta petrolera. Así hay misiones dirigidas a escolarizar a la población en las que se implican PDVSA y la compañía eléctrica CADAFE, programas de salud para que sea posible la atención primaria en los barrios populares…
La financiación viene de las empresas públicas. Podemos nombrar cuales son:
- El Ente Nacional del Gas, ENAGAS, es un organismo que promueve el desarrollo y la competencia en todas las fases de la industria de los hidrocarburos gaseosos y regula las actividades de transporte, distribución y comercialización de gas. ENAGAS vela por el logro de un retorno razonable sobre las inversiones de las empresas que participan en las actividades sujetas a regulación y, al mismo tiempo, asegura el derecho de los consumidores a ser protegidos del ejercicio de poder del mercado, mediante la regulación de las tarifas y de otras actividades relacionadas con el transporte y la distribución.
- FUNDELEC tiene como propósito servir de organismo de soporte técnico profesional al Ejecutivo Nacional para la definición y el establecimiento de los criterios, normas y procedimientos más adecuados, que permitan el ordenamiento y el desarrollo armónico del sector eléctrico, la mejor prestación del servicio eléctrico y la consolidación de la función reguladora del Estado en el sector eléctrico.
Otros entes adscritos al ministerio de Energía y Petróleo son Enelco, la Fundación Oro Negro, la Fundación Guardería La Alquitrana, la Fundación Misión Ribas, Cadafe, Enelbar, Enelven, Ducolsa y Pequiven. Estas empresas se crearon para asegurar la llegada de la electricidad y energía a las diferentes regiones del territorio venezolano.
En el siguiente cuadro vemos cómo ha bajado el índice de pobreza en los últimos años. Además, observamos las consecuencias que tuvo la crisis del golpe de Estado de 2002. Más abajo se muestra la población incluida en el sistema escolar. Finalmente incluimos el porcentaje de PIB dedicado a gasto social, aquí no se incluye lo que dedican directamente las empresas públicas para las misiones.


Una vez visto como se afrontan los retos económicos dentro del país, pasemos a ver cómo se enfrenta Venezuela al gran reto de la globalización. La idea que aporta Venezuela es la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA). Se trata de un modelo de integración de los pueblos del Caribe y América Latina, considerando que comparten espacios geográficos, vínculos históricos y culturales, y necesidades y potencialidades comunes. Se basaría en los principios de cooperación, solidaridad y complementariedad como alternativa al modelo neoliberal.
El ALBA se fundamenta en la creación de mecanismos para fomentar ventajas cooperativas entre los Estados que permitan compensar las asimetrías existentes entre los países del hemisferio. Los fondos compensatorios corregirían las disparidades que colocan en desventaja a los países de menor desarrollo frente a los desarrollados. Se trataría de alcanzar un desarrollo endógeno nacional y regional mediante acuerdos de integración latinoamericana y sumarse, así, al despertar de la conciencia expresada en la emergencia de un nuevo liderazgo político, económico, social y militar en América Latina y el Caribe.
Chávez resumió el ideario del ALBA en los siguientes puntos:
- Promover la lucha contra la pobreza
- Preservar la autonomía e identidad latinoamericana
- La transferencia de tecnología, la asistencia técnica
- La formación de recursos humanos
- Priorizar las empresas nacionales como proveedoras de los entes públicos
- Los acuerdos no podrán ser obstáculos a la difusión del progreso científico y tecnológico
- Enfrentar el abuso de los monopolios y oligopolios a través de eficaces mecanismos que aseguren una sana competencia
- Los inversores extranjeros no podrán demandar a los Estados por el manejo de monopolios estatales de interés público
- Trato especial y diferenciado a economías desiguales para abrir oportunidades a los más débiles
- Proceso de amplia participación social, que pueda caracterizarse como democrático
- Los derechos económicos, sociales, culturales y civiles serán interdependientes, indivisibles e irrenunciables
- Los intereses comerciales o de los inversores no podrán tener supremacía por encima de los derechos humanos y la soberanía de los Estados
- Supeditar el ALCA a los acuerdos de protección de derechos humanos, medio ambiente y género existentes
- Creación de Fondos de Convergencia Estructural para la corrección de asimetrías
Para los países pobres, donde la actividad agrícola es fundamental, las condiciones de vida de millones de campesinos e indígenas se verían irreversiblemente afectadas si ocurre una inundación de bienes agrícolas importados. El ALBA quiere proteger a sus campesinos y productores agrícolas.
Los obstáculos que impiden la integración deben ser atacados desde su raíz:
La pobreza de la mayoría de la población
Las profundas desigualdades y asimetrías entre países
Intercambio desigual y condiciones inequitativas de las Relaciones Internacionales
El peso de una deuda impagable
La imposición de las políticas de ajuste estructural del FMI y el BM y de las rígidas reglas de la OMC que socavan las bases de apoyo social y político
Los obstáculos para tener acceso a la información, el conocimiento y la tecnología que se derivan de los actuales acuerdos de propiedad intelectual
Los problemas que afectan a la consolidación de una verdadera democracia, por ejemplo el monopolio de los medios de comunicación
El ALBA cuestiona la apología que se hace del libre comercio, como si él solo bastara para garantizar automáticamente el avance hacia mayores niveles de crecimiento y bienestar. Sin una clara intervención del Estado para reducir las disparidades entre países, la libre competencia entre desiguales sólo conduce al fortalecimiento de los más fuertes en perjuicio de los más débiles.
Dentro del ALBA, se puede distinguir una dimensión especial para el Caribe, por tratarse de una zona en la que se avanzó rápidamente en el proceso de integración a través del desarrollo de un programa de cooperación integrado y consistente para construir las bases del desarrollo socioeconómico sostenible y la consolidación de una comunidad de naciones. La iniciativa de PETROCARIBE está basada en los siguientes principios políticos:
Integración
Solidaridad
Cooperación
Complementariedad
Seguridad energética
Desarrollo socioeconómico
Empleo soberano de los recursos energéticos
Visión conservacionista
El Caribe es una región reserva de riquezas energéticas, acuícola y rica en yacimientos minerales estratégicos, llamada a convertirse en potencia turística mundial y de prestación de servicios marítimos por su ubicación geoestratégica. Además posee un amplio y rico perfil cultural y étnico. Es un mercado relativamente pequeño de 36,2 millones de habitantes, que sumando a la CARICOM, Cuba y República Dominicana alcanza los 62,8 millones de personas, incluyendo Venezuela.
La desventaja de los países del Caribe es que siempre presentan balanzas comerciales de bienes deficitarias y un comercio intrarregional muy bajo. Existen sectores demandados que tienen producción intrarregional, pero que son comercializados con terceros países. Por tanto, el gran reto es la sustitución eficiente de importaciones provenientes de terceros países por productos de origen intrarregional.
También son prioridades en el Caribe el desarrollo de los niveles de Educación (los promedios de escolaridad son muy bajos) y, en materia de salud, la lucha contra el SIDA, por ser esta región la más afectada por esta enfermedad tras el África Subsahariana.
Finalmente, el desafío estaría en el desarrollo energético y minero. A través de la articulación de cadenas de agregación de valor integradas, el valor se agrega a las materias primas y se impulsa el desarrollo endógeno en la región basado en la innovación tecnológica y así se logrará la soberanía productiva.
Pero el ALBA va más allá del Caribe, quiere integrar también toda América Latina y un medio para hacerlo es empezar por los recursos energéticos. Así se empezó a hablar de Petroamérica, la creación de una empresa integrada de energía latinoamericana. Argentina, Venezuela y Brasil generan energía, mientras otros países carecen de ella, pero tienen otros potenciales. Argentina es el caso atípico, pues posee enormes recursos y un gran potencial productivo en materia agroalimentaria. Con una empresa conjunta se abaratarían los costos, se complementarían las experiencias diferentes que tiene cada país, se equilibrarían los potenciales, no sólo del petróleo, también del gas. Sería necesario construir una red de poliductos que transporte en las distintas direcciones los diferentes combustibles que se requieren. Se podría establecer un balance entre la oferta y la demanda de una gran cantidad de productos energéticos y también del sector alimenticio.
La cooperación salvó a Argentina a comienzos de marzo de 2004, cuando fue informada de un cataclismo inminente: la escasez de energía. El optimismo que se vivía con la lenta recuperación económica que se iba produciendo se convirtió en alarmismo ante el temor de un invierno sin gas, ni electricidad, con cortes de suministro energético a las empresas industriales. Sería una interrupción abrupta de la reactivación económica.
Los medios de comunicación proyectaban una imagen pujante del país con gran tremendismo dieron la noticia como definitiva, era un dato único y final. Semanas después el presidente argentino, Néstor Kirchner, afirmó que la crisis energética estaba deliberadamente provocada, habló de extorsión y asoció su aparición a las privatizaciones de los años 90. Por esa época llegó al país el presidente de PDVSA, Alí Rodríguez, que estaba de gira por Uruguay, Argentina y Paraguay. Tras una comunicación entre Kirchner y Chávez, Argentina y Venezuela llegaron a un acuerdo según el cual Argentina pagaría con alimentos vegetales y animales un primer envío de 700.000 toneladas de fuel oil y 250.000 metros cúbicos de gas oil venezolanos, que llegarían al puerto de Buenos Aires en los primeros días de mayo. Con el petróleo venezolano, la escasez de energía, anunciada por la prensa para el invierno de 2004 (y sus gravísimas consecuencias económicas, sociales y políticas), estaba resuelta. De otro modo, Argentina, al no tener crédito, tendría que haber aceptado los criterios de negociación sostenidos por el Fondo Monetario Internacional.
Este fue un gran ejemplo de cooperación entre países. Ésa es la base que propone el ALBA para afrontar la globalización, desde los principios de la cooperación, la solidaridad y la complementariedad, pues el modelo neoliberal no ha hecho otra cosa que profundizar en las asimetrías estructurales y favorecer la acumulación de riquezas a minorías privilegiadas en detrimento del bienestar de los pueblos.

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